martes, 23 de julio de 2013

Resolver es la clave de la vida

Hola bloggeros amantes de la literatura! Os comunico que los componentes de este blog seguimos en activo, seguimos leyendo y cómo no, no dejamos de escribir. Nos gustaría que comentaseis las entradas que vamos poniendo tanto si es bueno como malo, de todo se aprende y más como principiantes en este mundo, necesitamos de vuestras opiniones para mejorar. 

A continuación os dejo algo que escribí: 


Ojos cerrados. 

Un océano muy grande, tan grande que pensé que todo aquello era el infinito. Allí cabía todo, incluso mis problemas o incluso los de toda la gente, pero ¿cómo derramarlos? 

Ojos abiertos.

Me levanté, salí de aquella habitación. La casa era blanca y eso hacía despejar mi mente, le hacía procesar información, me permitía pensar y sobre todo reaccionar. Recorrí el pasillo intentando encontrar aquella salida, abrí la puerta, me detuve y respiré hondo. Allí a lo lejos estaba aquello que veía cuando cerraba mis ojos, azul, lejano, sonoro... 

Recorrí la playa hasta llegar a la orilla, me senté.

Ojos cerrados.

Mis pies mojados son los primeros encargados en informarme de la temperatura de aquellas aguas. Me tumbé. Sentía el agua cómo brotaba por mi cuerpo, cómo el vaivén de las olas me arrastraba. El agua crecía, llegaba a mis entrañas, incluso sentí como mi cuerpo estaba completamente hundido bajo las aguas marinas. Mis problemas eran arrastrados con fuerza por aquel vaivén de aguas saladas, se los llevaba... 

Ojos abiertos. 

Rápidamente me levanté y seguí mirando el agua. Aquel agua se estaba llevando todos mis problemas, pero quién sabe si todas las demás cosas buenas, si también se estaba llevando a mis amigos, a mi familia... 

Volví a la casa, volví a la habitación, me tumbé y sin cerrar los ojos miré fijamente el techo blanco, empecé a pensar. Todos aquellos problemas al igual que se habían ido, habían vuelto y es que los problemas no se van tan fácilmente como había pensado, si no los resuelves, el mar te los devuelve. Resolver los problemas es la única salida para seguir caminando por la orilla sin miedo a que cualquier mar te reproche algo, te empotre tus fallos, te encarcele en una jaula con cadena perpetua para que resuelvas. ¿Por qué no resolver todo y sentirse sin miedo y libre? 


José Ángel Moya

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