miércoles, 26 de junio de 2013

Erwartung. Expectation. Esperança. Esperanza. Por: Isabel Navarro.

Le dedicó tanto tiempo a las preocupaciones, a la tristeza y a la maldita espera que acabó por tomar otra dirección.
Ya cuando parecía que la sonrisa era algo extraño en su boca, unas palabras resonando en su mente, la hicieron reaccionar.
Siempre palabras, palabras, palabras...al fin y al cabo, de ellas estamos hechos. De ellas vivimos y gracias a ellas respiramos. Constituyen nuestra esencia, nuestro principio, nuestro final, nuestro ser y qué no ser...son nosotros mismos. ¡Benditas palabras! Se quedó con ellas, se volvió a encontrar, supo que detrás de cada decepción podemos entrever algo bueno...como un hilo, podría ir estirando, estirando. Se deshace el jersey feo, pero puede coser otro más bonito.
Ya le quedan otras cosas en el camino, otros lugares donde detenerse...ya vuelve a darse cuenta que nada se había parado en aquel instante del pasado...sabía que en la inmensidad de su mundo, otras palabras serían para ella mayor felicidad que la que le había regalado y luego quitado el pasado...

Se dio cuenta que era tan fuerte como las palabras que la constituían.

lunes, 24 de junio de 2013

Causa-Acción

¿Y si pudiera sentirlo? ¿Y si pudiera tan sólo rozar esa nube? 

Se ve todo tan difícil desde aquí debajo... 

Sigo rebuscando entre la mugre, envolviéndome entre mis problemas, apartando la mirada de aquellos que están sobre mi, sin buscarla. Esa luz que vive allá, en lo alto. No la puedo alcanzar. Imaginar cómo sería la vida allá es lo único que prevalece en mi mente, es lo único que me hace sobrevivir. 

¿Y si buscáramos esa salida? Según tengo entendido, en la vida existen dos problemas que empotran esas barreras en la mente de una persona, CAUSA y ACCIÓN. 

Sé que es difícil, pero debo seguir rebuscando, revolviendo la mugre, los problemas y escogerla, esa causa que está haciendo que viva aquí, tendido por debajo de los suelos y que hará que se abra ese camino tan esperado. Atrapando esa causa, el camino tan esperado empieza a tener significado y en su consecuencia, la acción es lo único que abastecerá aun sabiendo que no será fácil. 

Tan sólo puedo decir... empiezo a ver la luz y sé que lograré una cosa mucho más grande que rozar esa nube que está establecida por encima de mi cabeza, la rozaré, la cogeré, la abrazaré, la exprimiré y sobre todo, viviré. 



José Ángel Moya 

martes, 18 de junio de 2013

Brújulas que buscan sonrisas perdidas

Libro: Brújulas que buscan sonrisas perdidas
Autor: Albert Espinosa



El autor Albert Espinosa, más conocido por su obra literaria "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" nos trae ahora "Brújulas que buscan sonrisas perdidas", una historia trágica de un hombre que tras la pérdida de su madre cuando era pequeño por una enfermedad genética y la muerte de otros seres queridos, le llevarán al cuidado de su padre enfermo de cáncer y alzheimer. 

El protagonista de la historia se ve obligado a cuidar de su padre en sus últimos días de vida, ya que la enfermera que se estaba haciendo cargo de él, debe partir a otro lugar y porque se lo prometió a su madre antes de su muerte. La relación que existía entre padre e hijo nunca había sido buena y por ello, este acercamiento le traerá grandes recuerdos que marcaron su infancia. Su padre le sorprenderá con una misión inesperada, que con la ayuda de familiares próximos, hará que cambie la idea del propio protagonista y desee ayudar a su padre. 

Con un final dramático, el protagonista de esta magnífica historia, conocerá a su verdadero padre y encontrará las razones de lo ocurrido en el pasado. 

Angustia y sufrimiento son unos de los adjetivos que podrían definir la historia de Albert Espinosa, que mediante su lenguaje, hará que más de uno llegue a reflexionar e incorporar algunas de sus frases a su propia vida. 


"Seréis todo lo que queráis ser...Lo seréis y yo estaré allí"

"En este mundo mucha gente es falsa... Las mentiras te rodean, saber que existe un archipiélago de personas que siempre te dirán la verdad vale mucho... Quiero que formes parte de mi archipiélago de sinceridad..."

"-¿Has perdido todas las sonrisas? Tengo una en el puño...- Y me mostraba su puño. -Si quieres te la regalo... Abro el puño y la coges al vuelo...- Y ella abría el puño y yo sonreía... Era automático" 


Walter Benjamin. Por: Isabel Navarro

Mi entrada de hoy se la dedico a Benjamin, por proporcionarme incansables horas de placer lector...simplemente lo adoro.

“Cada una de sus ideas tiene su lugar en el seno de una extraordinaria unidad de la consciencia filosófica. Sólo que la esencia de esa unidad  consiste en ir hacia afuera, ganarse entregándose a lo múltiple. (…) Establecer incesantemente el centro en la periferia en lugar de desarrollar lo periférico desde el centro”. Así define Theodor W. Adorno el método filosófico y de composición que adopta Benjamin. En otras palabras, la concepción del fragmento como fórmula filosófica que, en cuanto a su carácter de incompleto, retiene algo de aquella fuerza que corresponde a lo universal.                                                            

Para Benjamin este método de composición literaria que articulará la presentación de sus ideas, tiene que ver con la idea misma de verdad que tiene el autor, al igual que Hegel, la verdad para él no es la mera adecuación del pensamiento a la cosa, sino una constelación de ideas que, juntas, forman el nombre ‘divino’ y se valen tanto por sí mismas como en relación con las demás. En relación con este principio de composición, pasamos a comentar su trabajo “La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica” como ejemplo de la labor de Benjamin en el terreno del ensayo. Esta obra constituye una de las cumbres del trabajo de Benjamin en la composición ensayística, en ella describe la base material de la creación artística. Empieza su trabajo haciendo referencia al hecho de que siempre se ha podido reproducir una obra de arte, porque aquello que el ser humano ha creado siempre ha podido ser imitado y recreado por el mismo ser humano. A partir de esta afirmación, el autor pasa al análisis de los diferentes procedimientos mediante los cuales se puede reproducir de manera técnica una obra de arte, pasando por las distintas épocas: desde la Grecia antigua hasta la modernidad. En los distintos momentos que constituye la historia se ha podido alterar el sentido de la obra de arte en la sociedad, su posición, y asimismo se ha alterado también la actitud del artista frente a su producción.                                                       

En la modernidad el objeto artístico puede ser reproducido fácilmente y eso hace que estén diseñados para la reproductibilidad. Pero esta facilidad no sirve más que para entrever otra de las ideas de Benjamin sobre el tema: aun en la más perfecta reproducción falta algo, el aquí y ahora de la obra de arte, su existencia única en el lugar y momento donde ha sido creada. Los cambios que se han producido en la obra con el paso del tiempo, y también la concepción que de la obra de arte se tiene respecto a la época histórica en la que se encuentra (por ejemplo: una estatua de la Virgen no significa lo mismo para las gentes de la Edad Media que para nuestra época, por todo el sentido de sacralidad de la obra misma que ha ido evolucionando), todos estos cambios configuran la autenticidad misma de la obra de arte. Nada de esto puede llegar a reproducirse con la técnica. Otra de las cosas que Benjamin se plantea en este ensayo, es la diferencia entre la reproducción manual y la técnica. La primera constituye toda una falsificación del original, que hace que este mantenga toda su autoridad frente a la pieza reelaborada. Mientras que en el campo de la técnica, la reproducción no está tan ligada al original, por ejemplo, la fotografía. Una fotografía hace que podamos disfrutar de la presencia de una iglesia o un cuadro de Da Vinci en nuestra propia casa, sin dejar de mostrarnos que en esa reproducción se encuentran los rasgos del original.                                                                   

Pese a estas ventajas que podemos observar en la técnica, el autor no deja de defender su posición respecto a la pérdida que se produce con la reproducción. Aquí es necesario introducir el concepto de “aura”. El aura constituye la esencia misma de la obra artística, su historia y esa pureza que la hace auténtica, verdadera. Es decir, es la unión de todos los elementos que se pierden en el momento de la reproducción técnica.  El hecho de crear copias del original hacen que esa misma originalidad desaparezca en el momento que la multiplicidad de reproducciones aparece como posibilidad misma de la técnica.Este procedimiento provoca una manera muy diferente de percibir el arte. Para Benjamin la manera en que los sentidos perciben se determina por condiciones históricas, no naturales. Dice que en su época estos cambios se pueden entender como decadencia del aura y están relacionados con la creciente importancia de las masas. Estos movimientos hacen que sea imposible respetar la unicidad de la obra de arte ni el lugar único donde está ubicada porque todos quieren disfrutar de ella, y por eso se recurre a la reproducción técnica, ya que es la única manera de reducir estas distancias.                   

Para Benjamin esto también afecta a la función social del arte. Las obras de la antigüedad nacieron para dar testimonio a un ritual, se rodeaban de una cierta magia para luego pasar al ámbito de lo religioso, es decir, conservaba un aura especial y por eso se trataba de obras únicas. La reproductibilidad técnica arranca la obra de arte del terreno ‘aurático’ para pasar a su secularización.Retomando la idea de composición fragmentaria que encontramos en la filosofía de Benjamin, y habiendo tomado como ejemplo “La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica”que nos habla entre otras cosas, de la mercantilización masificada del arte, aquí vemos bien reflejado el elemento objetivo y externo que es la citación de diferentes ideas que componen su obra: la idea de reproducción técnica frente a la idea de reproducción material, el cambio de concepción de la obra artística por el transcurso de la historia, el concepto de aura…                                                                                  
Mediante estos pequeños elementos trata de construir un recorrido plagado de sentido que expresa una negación de toda verdad absoluta y la institucionalización de su propio pensamiento. Podríamos, así, definir su escritura como el lugar donde diferentes elementos se encuentran y se produce un instante de revelación. Todo ensayo tiene que ver con la idea de búsqueda de sentido, así Benjamin establecerá este diálogo en su escritura que conformará la idea de constelación  por la multiplicidad de elementos que se hayan y conforman su relato.                                                                        
Igualmente hay que hacer referencia al hecho de que su escritura constituye más un intento de tentativa que una forma acabada, como marcaría la tradición. Se resiste al intento de ser clasificado. El fragmento se presenta como expresión cada vez más parcial: son trozos de totalidad, es el intento por materializar un sujeto que se haya disperso, fragmentado. Benjamin no piensa en términos de totalidad, por eso la forma de su discurso marca el contenido.

La colección de fragmentos del autor se nos presentaría como posibilidad utópica de vivir, rescatando partes de una totalidad ya pasada que constituyen la propia historia.“En los productos residuales reconocen el rostro que el mundo de los objetos les vuelve precisamente, y sólo a ellos”. W. Benjamin, “Terreno en construcción”.

sábado, 15 de junio de 2013

La hoja

Os dejo un pequeño fragmento que escribí hace un par de horas, espero que os guste: 


Justo me detuve en ese momento para observar todo aquello que me rodeaba. Plegué mi cuerpo recogiendo mis piernas y ya sentado, empecé a observar más detenidamente. Observaba cómo las hojas eran empujadas con sutileza por aquella suave brisa, pero sobre todo me quedé mirando una hoja. Sí, esa hoja me resultaba familiar. Y vosotros os preguntaréis por qué aquella hoja y no otra. Aquella hoja cayó lentamente oponiéndose a su estado, oponiéndose a la dirección del viento, y sobre todo, oponiéndose a la vida. En ese momento, me sentí identificado y lo que más me extrañó, fue que una simple hoja me hizo pensar. Y es que muchas veces, tenemos esa capacidad maligna o fabulosa de identificar a alguien con una simple cosa, con un simple gesto. Supongo que podréis deducir de qué tipo de capacidad se trataba. 

Me levanté, no podía seguir allí. Caminé durante unas horas en las que en mi cabeza sólo existía aquella hoja. Temí caer en cualquier momento como ella pero de repente me fijé en mi sombra. Estaba justo delante de mi y además os puedo asegurar que estaba siendo pisada por un hombre. ¿Debía pedirle explicaciones a aquel hombre por ir pisando mi sombra?.

Seguí caminando y observando cómo el hombre pisaba repetidamente mi sombra cuando aquella sombra a la cual empezaba a tenerle cariño, empezó a desaparecer. Por el momento, me dí cuenta que había olvidado aquella dichosa hoja y además pensé que fue aquel hombre quien la destruyó de mi pensamiento. Aquello empezó a tener sentido, la hoja había desaparecido de mi mente y además pude concluir una cosa mucho más importante, aquella hoja sólo podía quedarse tendida en el suelo esperando ser retirada del camino, golpeada e incluso transformada pero una persona no. Me sentí con fuerzas, respiré y seguí caminado. 


José Ángel Moya

viernes, 14 de junio de 2013

Emily dickinson. Por: Isabel Navarro.

A propósito de mis indagaciones lectoras en el terreno de la poesía, puedo dejar clarísima mi más sincera fidelidad a las composiciones de Emily Dickinson.
Es impresionante que, sólo con la única información de su nombre, entrar en una librería y encontrar una antología suya se convierta en el momento de máximo placer del día.
Me parece increíble la sensación que te queda en el cuerpo después de haber leído algunos de sus poemas y llegar a creértelos totalmente por la calidad de su lenguaje. La fuerza de la oscuridad, la tristeza, la muerte llevada a una descripción tan tan apasionante, que sinceramente, te invita a este pacto con lo oscuro de sus poemas.

Ya que no tengo tiempo de decir nada más sobre ella, porque tengo que estudiar, os dejo con uno de sus poemas, y uno de los que más me impactaron, y adoro leer una y otra vez.


Coloquio

Había muerto yo por la Belleza;
me cercaban silencio y soledad,
cuando dejaron cerca de mi huesa
a alguno que murió por la Verdad.

En el suave coloquio que entablamos,
vecinos en la lúgubre heredad,
me dijo y comprendí: Somos hermanos
una son la Belleza y la Verdad.

Y así, bajo la noche, tras la piedra,
dialogó nuestra diáfana hermandad
hasta que el rostro nos cubrió la yedra
y los nombres borró la eternidad.


Versión de Carlos López Narváez.

martes, 11 de junio de 2013

La vida. Por: José Ángel Moya

Observé cómo corrían, sin dejar rastro por el camino. Corrían sin parar y quién sabe de qué pero aquella fuerza, que con sus garras intentaba ahuyentarlas de algo que podía dejarlas sin vida, las estaba haciendo correr y cada vez más rápido. Por aquel momento, me dejé evadir del distanciamiento de la soledad pero me di cuenta de que no. Las nubes giraban, el mundo giraba y eso me dio a entender que el mundo seguía en funcionamiento, que nada había cambiado y que en su efecto, la vida seguía un recorrido, no se podía detener y había que actuar.

Bienvenidos a nuestro Blog

Bienvenidos a nuestro Blog!! 

En este blog encontraréis todo tipo de críticas, recomendaciones, frases, etc., de los libros que vayamos leyendo. Somos principiantes en el mundo de la literatura y por lo tanto pedimos disculpas de antemano por cualquier error que pueda ocurrir, con el tiempo iremos aprendiendo y mejorando nuestra competencia literaria. 

En breves, comenzaremos a publicar entradas en las que podréis encontrar libros, tanto de literatura para adultos como de literatura infantil, que os puedan ayudar a aclarar esas dudas a la hora de escoger un libro o quizás puedan servir a cualquier maestro para introducirlo en sus aulas. 

Además, os mostraremos algunos fragmentos de nuestros propios trabajos fruto de la inspiración que nos permite introducirnos un poco más en este gran mundo de la literatura. 

Esperamos que disfrutéis. 


Hedda Gabler. Ibsen.

Good morning world! ;)

Ya que estamos pisando terrreno teatral en el estudio de hoy, he decidido escribir sobre mi queridísima HEDDA GABLER, de Ibsen.
Creo que es bastante arriesgado hablar sobre él en general, puesto que la calidad de sus obras me parecen insuperables hablando desde mi posicíón, o mejor dicho, desde mi corta vida de lectora de teatro.

Tener profesores maravillosos es obvio que contribuye a la ilusión de leer, pero si tengo que hablar de Hedda, pienso que tiene bastante autoridad la misma obra como para provocar ganas de leerla una y otra vez.
La fortaleza del personaje por revelarse de todo intento de invasión de su espacio individualidad, el sacrificio de todo en aras de su independencia, otorgan una gran carga de realidad a la lectura del texto.

Si nos centramos en la lectura de Ibsen, y más concretamente en 'Casa de muñecas', 'Espectros' y 'Hedda Gabler', observamos uno de los temas centrales de la obra del autor: la crítica a una sociedad en la que el papel de la mujer está totalmente degradado. Ibsen quiere ofrecernos un retrato de esta mujer, siempre víctima de sus tragedias, que acaba gritando sin voz a un mundo del que no puede escapar.

En Hedda, observamos a una mujer de clase alta, que casada con Jorge Tesman, de clase inferior y totalmente sometido a su trabajo, no ve cumplidas sus expectativas de vida. El nivel económico, la gente que la rodea, su percepción ilusoria de una vida que tiene que ser cuanto menos, belleza, es decir, ella sólo percibe valores estéticos de la vida, y el aburrimiento en que se ve encerrada, hacen que su único objetivo sea destrozar la vida de cuantos la rodean. Se aburre "hasta la muerte".
Sus ansias de libertad, de no someterse a nada ni nadie, la importancia de su propia individualidad frente a todo lo demás como escudo, acabaran en la fatal tragedia de su suicidio. La única salida a su tedio de vida, la única libertad es para ella solo capaz de conseguirse mediante la muerte. Su suicidio se podría definir como la suprema elegancia de aquel que sabe evitar a tiempo la vulgaridad.

Y como solo quería escribir un poco para generar curiosidad respecto a Hedda, y Ibsen en general. Aquí lo acabo.
Simplemente decir que yo he disfrutado de la edición de Alianza Editorial, donde la encontramos junto a 'Casa de muñecas'.

Gracias por el tiempo de descanso entre estudio y estudio ;)




lunes, 10 de junio de 2013

Soledad. Por: Isabel Navarro

Ya baja la calle.
Ella, tan fuerte y altiva como el sol.
No sabe dónde va, pero lo hace
con una seguridad que parece
que hace que griten sus pies
allí donde se dirige.
No causa la impresión de un simple caminante;
toda ella invita a seguirla,
aún sabiendo que si se gira,
enérgicamente dirá que no necesita a nadie más.
Atrae a cada paso,
pero a cada paso también aleja...
no es de extrañar, pues es ella
quien
se hace llamar soledad...

"La piedra de la paciencia"

Libro: "La piedra de la paciencia" 
Autor: Atiq Rahimi
Premio Goncourt 2008


"La piedra de la paciencia" deja en nuestras manos la vida de una mujer que vive angustiada y pendiente de la respiración de su marido que ha sido herido en los diferentes tiroteos sufridos en un pueblo de Afganistán y que marcará el compás hasta el final de la historia.

Según la mitología persa, el sangue sabur, "piedra de la paciencia", se trata de una piedra mágica a la que le cuentas tus desgracias y sufrimientos que no nos atrevemos contar a los demás. Esta piedra absorbe todas estas revelaciones hasta que un día explota y uno queda liberado.

Tumbado en el suelo, con una bala en la nuca y con un gotero de suero, se convertirá en el sangue sabur para su mujer, que llegando a enloquecer por la espera de la recuperación de este, le revelará sus más íntimos secretos. Con un final desgarrador e inesperado, la piedra de la paciencia explotará en sus propias manos. 

Escrito en un lenguaje sencillo y directo que hace que el propio lector, sienta el sufrimiento de la propia protagonista en los diferentes momentos de su vida y revela el testimonio de una mujer que pide a gritos la consideración de la figura femenina en la vida musulmana.